Añadida la traducción a la ficha
La película nos cuenta la historia de un hombre que vive el presente atormentado por una decisión de su pasado, la cual comenzó a lamentar desde el mismo instante en que la tomó. Ahora no confía en nadie, es incapaz de prestar atención a una esposa cuya imagen le recuerda día tras día su error, y su antigua energía ha desaparecido por completo para dejar paso a la desgana, al auto-desprecio, y a una vida de desocupación. Su único vínculo con el mundo es el joven Hioki, un estudiante que le trata como a su maestro y le idolatra hasta el punto de no beberse su cerveza (después de éste haberla dejado) y no sentarse en su silla.
La historia se desarrolla lentamente, y a primera vista parece tan cotidiana que da la impresión de que avanza sin que suceda nada. El director se recrea en pequeños detalles que nos sugieren cosas. Por ejemplo, los estudiantes no parecen muy ilusionados con la idea de terminar sus carreras, mientras que a la familia le parece algo magnífico y motivo de gran orgullo. Esto se ve en una escena en la que la madre de Hioki coloca el diploma arrugado y mal doblado de su hijo a modo de placa, y después de volver a su sitio va y viene con infinita paciencia hasta tres veces porque no deja de caerse.
La he votado con un "ver", porque si bien es una historia interesante, la verdad es que dura 2 horas y como le pasó a
maurazos, puede llegar a aburrir a alguien. En mi caso ha valido la pena verla, y eso que cuando la veo en la revisión del subtítulo suele alargarse una hora más de su duración real
Si en algo se caracteriza buena parte del cine oriental es que somos nosotros los que tomamos la iniciativa para interesarnos por una película, y no la película la que intenta vendernos sus cualidades para interesarnos por ella. Teniendo interés y buena predisposición para verla, no creo que decepcione a nadie.
Saludos.