Coincido con
maurazos y
soulrocket en la descripción del personaje Machisu Kuramochi. Incluso en mi anterior post no he negado esa descripción. Solamente he dicho que Kitano muestra a ese personaje para decirnos lo que él nunca hizo y nunca hará. Pero lo hace de una manera muy interesante, ya sea por exponer sus propias pinturas o por la necesidad de interpretar al personaje en su etapa madura (algo esencial a mi entender). Kitano no es Machisu Kuramochi, como tampoco es un yakuza ni un asesino... Con todo respeto, creo que no es un buen camino limitar la visión a la superficie. Más teniendo en cuenta la complejidad del cine de Kitano, como siempre acompañado de un envoltorio "simple" en apariencia.
En "Takeshi Kitano,
el imprevisible", documental dirigido por Jean-Pierre Limosin en 1999 y perteneciente a la hermosa serie "Cineastas de nuestro tiempo", Kitano decía:
"De pequeño siempre estuve en guerra con mi madre. Llevábamos una vida dura, éramos pobres. Mi padre no ganaba mucho. Mi madre era profesora, era una mujer orgullosa. Era exigente en lo referente a la educación de los hijos. Tras la Universidad seriamos funcionarios. Ella quería que me aplicara, yo pensaba sólo en divertirme. Era una continua disputa. Con el poco dinero que teníamos nos enviaba a clases nocturnas. Yo le hacía creer que iba. Me había prohibido el béisbol, por eso debía esconder mi equipo. Llegaba a hacer cosas absurdas. Tenía que ir a caligrafía, de modo que salía con los lápices, pero en realidad iba a jugar al béisbol. Cuando volvía, le mostraba los ejercicios hechos en el campo. Llegado un cierto punto quería ver los ejercicios corregidos. Compré tinta roja para corregirlos yo mismo. Me descubrió y me riñó duramente, como ocurría a menudo. (...) Las hostilidades continuaron cuando me convertí en cómico. La había defraudado. Me requisaba el dinero que ganaba para impedirme gastarlo. Cualquier excusa era válida. Me decía que estaba enferma y que me los devolvería cuando los necesitara. Mi madre me ha forjado mucho más que mis compañeros. Fui marcado por ella. (...) Me ha influenciado mucho hasta que tengo uso de razón. Alejaba hábilmente a todos mis amigos. No era hostil con ellos, se limitaba a decir que era estúpido y mezquino y que era mejor no frecuentarme. Esto me enfurecía."
Estas palabras demuestran que la vida de Kitano fue muy diferente (por no decir opuesta) a la de Machisu Kuramochi...
¿Por qué "jugar" con el público de esta manera entonces?...
Sigue Kitano:
"A mi vez, cuando he tenido discípulos, me he divertido a menudo a sus espaldas. Las he hecho de todos los colores. Los he invitado incluso a mi funeral para después observarlos de lejos. Los ponía en situaciones críticas y me divertía espiando las reacciones."
Kitano, de alguna manera y aún con la sabiduría del que ha vivido intensamente, conociendo lo que es el fracaso, la derrota y el sufrimiento, sigue siendo un niño. Un niño rebelde y anárquico. Creo que con Aquiles y la Tortuga, está alcanzando un equilibrio.
¿Por qué su tendencia a la comedia cuando habla de algo tan trágico como lo es el fracaso de toda una vida?...
Kitano:
"¿Cuál es mi relación con lo trágico? Creo que en mi hay algo de diabólico. En una escena trágica veo siempre el lado cómico. Por ejemplo, en "Hana-bi" se ve a Horibe, paralítico, al borde del agua. Pensé que era una bella escena y el diablo en mi me ha susurrado: "¿Y si el agua lo sumergiese?" Si hubiese rodado una comedia, habría sido una escena trágica. Horibe habría acabado sumergido dos horas después. Es increíble todo lo que me pasa por mi cabeza. Para mi una escena trágica es inalcanzable. Hay siempre un demonio cómico listo para intervenir. (...) Utilizo a menudo la comicidad para compensar lo trágico."
Es probable que Kitano se encuentre cansado con respecto a Occidente. Ganar elogios, aplausos y premios ya no es tan interesante ni divertido. Hasta se tomó el trabajo de hacer un film como "Brother" (2000), tal vez lo menos personal que haya hecho en toda su obra, eso sí que fue un "experimento"... Ya en "Takeshis"(2005) nos mostraba a un Kitano víctima de la venganza por parte de un soldado yanqui (¿el público más consumista?).
En cuanto a la prostitución del artista...
Kitano:
"En TV hago lo que me dicen que haga. Me pagan por esto. Pensándolo bien, me vendo a la televisión, por eso me prostituyo. A veces me ocurre que no tengo ganas de hacer algo en televisión. Lo hago sólo porque me pagan. Tengo realmente la impresión de prostituirme, estoy resignado. (...) Soy como la prostituta que vende su cuerpo, pero no besa a nadie. Acepto aparecer extravagante, pero mentalmente permanezco lejano. Ahora ya es una especie de acto reflejo. Forma parte del espectáculo."
Creo que Kitano es muy conciente de esos peligros en su obra y está haciendo algo al respecto, se está rebelando. Kitano siempre quizo separar lo que es su trabajo en TV de su obra en el cine.
Kitano, "el imprevisible"... No creo que el pscioanálisis sea un buen camino para un encuentro sincero con este gran hombre. Yo no sé si él supo realmente en donde se estaba metiendo cuando miró hacia Occidente, teniendo en cuenta que el psicoanálisis es un arma más poderosa que una bomba atómica...
De todos modos, puedo equivocarme en todo lo que he dicho. Por supuesto que existe esa posibilidad, cómo no. Pero me niego a creer que Kitano, con Aquiles y la Tortuga, se ha despedido del cine... Todo lo contrario, creo en el inicio de una nueva etapa, que podrá gustar o no, pero que será cada vez más auténtica, interesante y personal.
Saludos