Ya vista.
Y sí, dan ganas de verlas tantas veces se pueda.
Como drama histórico comete alguna irregularidad, pero bueno, finalmente es un relato épico, aunque no está demás pedi cierto salto de calidad, pero bueno.
El cine hongkonés está buscando su identidad, han decidido dar un cambio de timón y ahi andan, errantes, es una decisión a aplaudir, en un momento en que la creratividad en el cine del mundo es un bien escaso, decidir dar ese salto no es un gesto menor (si es necesario o no es otro tema, si está bien dirigido, creo que hay que dar tiempo al tiempo para saberlo)
El problema de la película, es que está mal actuada (casi como cualquier superproducción hollywoodense o de cualquier otro país) con la excepción de Simon Yam, un camaleón (casi como Francis Ng) lo de la dificultad para transmitir emociones es un tema de época (pero esa es otra cuestión) a pesar de eso alguna cosa llegó a tocarme y es que eso no se pierde.
Tiene exageraciones algo inocentes, algún japonés muy malo con sed de sangre, que da risa, bueno de este lado del mundo tenemos a Tom Cruise que para hacer de nazi malo se pone un parche en el ojo, el mismo absurdo.
El tema de la exhaltación patriótica está presente como no, pero no menos que en casi cualquier película de Tsui Hark (quien siempre exalta el valor de la unión, a través de la amistad, ante una amenaza externa, hablamos de lo mismo, aunque en su caso sea más rabioso, menos programático, al tipo le salía del corazón a estos no)
En fin, yo no se si la película es las tortas que reparte Donnie Yen o si estas no son sino un adorno para hacer una épica destinada a llevar un discurso de unión. En fin, la película me gustó, a pesar de su vocación didáctica, ahora ¿A nadie le molestó el policía que hace de interprete? es realmente un lacayo, un traidor debería haber muerto
En fin la película me gustó con sus errores y aciertos.
Que se yo, finalmente no es más que una construcción épica disfrazada de entretenimiento.
A verla.