Yo la vi ayer y bueno, coincido fundamentalmente con Kaishakunin. Ip Man son sus coreografías, excelentes, de Sammo Hung, bien interpretadas. Coreografías que no pueden ser como las de Érase una vez en China o Iron Monkey simplemente porque aquellas tenían un componente de fantasía con el que Ip Man ni lo intenta. Y eso que al fin y al cabo todas son lo mismo, y aquellas se basaba en la vida de Wong Fei-Hung de la misma manera que esta se basa en la de Ip Man, pero bueno, digamos que las intenciones son diferentes (o les sale algo diferente, que para el caso es lo mismo). Y seguramente en esos matices en los que se percibe el devenir del cine hongkonés. Érase una vez en China era la fantasía y la alegría de filmar y eso se transmitía en todo, desde la reconstrucción de la época (que fue mastodóntica y sin ordenadores, estudiada al milímetro), al humor y el descaro típico de aquel cine hongkonés. Donnie Yen debía tener bien presente Iron Monkey al hacer esta y algún elemento queda, pero al final les pierde un poco el discurso y la informática, además de que sigo diciendo que todo está muy limpio, demasiado, y que incluso cuando están con el carbón no dejamos de pensar que esa suciedad no es real, no es cierta. Para hay una especie de cortocircuito en la transmisión de las emociones en el cine hongkonés actual... No logran trasmitirlas cuando antes era algo casi natural y hasta con cuatro duros y en producciones terribles lo lograban. Me indignaban más los japones de Fist of fury o Fist of legend que estos, qué se le va a hacer.
Aún así, es una película que no hay que perderse. A la pareja Yen - Yip se les sigue escapando algo, en esta como en las otras, pero al menos hace un cine que nos devuelve (pálidamente, pero si) otro cine de otro tiempo.