Si
I wish me pareció de los más flojito aquí nos encontramos con todo lo contrario. Una historia costumbrista que en la forma puede que nos recuerde a Ozu, aunque sinceramente pocas comparaciones se merece esta joya, contandonos una historia en el fondo muy dura. Una completa radiografía de las vicisitudes con la que cada uno de nosotros nos hemos podido identificar alguna vez en nuestra familia, contado con una sutileza y sensibilidad marca de la casa, silencios, diálogos con muchos matices y una sobria puesta en escena y planificación. Para mí una de sus obras más maduras y rigurosas tanto en el fondo como en la forma, aunque tenga otras que me lleguen más.
El reparto es muy acertado, en consonancia a los roces que se dan durante ese día en la casa familiar, con personalidades muy definidas y quizás exageradas para remarcar esa critica hacia la familia y las apariencias. Lo de los abuelos como ya habeis comentado no tiene nombre, cada una de sus frases aparentemente inocentes supone una puñalada trapera en el corazón. Aunque por desgracia esto es una realidad, aunque quizás no de una forma tan extremista. Entiendo que es otra generación y forma de ver las cosas, pero que los personajes de los abuelos son más retorcidos y con mala leche de lo normal también es verdad. Al final te das cuenta de que todos ponen ese granito de carbon y de falsedad (cuando el hijo y su familia interpretado magistralmente por Hiroshi Abe se va de la casa y de camino de vuelta le comenta los trapos sucios a su esposa y lo mismo hacen los abuelos creo que resume perfectamente lo que Koreeda quiere trasmitir).
Una familia puede ser plenamente feliz si estamos dentro de "padres, mujer e hijos", para el resto solo tendemos a aparentar y ponernos una máscara con la que complacer al resto. Y lo más triste es que inconscientemente nos hebremos identificado muchas veces con situaciones de las que se dan en la película, para que al final como muestra el padre (Hiroshi Abe), sólo haya arrepentimiento y melancolía cuando ya no puedes volver a trás y recuperar esos momentos perdidos.
Conforme la veia me ha venido a al cabeza todo el rato otra joyita, más contundente aún y áspera si cabe,
The Human Promise de Yoshida. Creo que ambas se complementan muy bien y muestran las dos caras de una misma moneda. En la de Yoshida son los ancianos los que sufren y los hijos los que no paran de ser malintencionados con ellos como si fueran un estorbo (aún encontrándose el tema de la eutanasia como telón de fondo, la esencia es la misma). Por desgracia ambas posturas de la psicologia humana pueden estar presentes en la familia.
Still Walking sin dejar de ser dura y critica resulta muchisimo más ligera que la que os he mencionado. Koreeda nos aporta pequeños toques de humor cotidiano y del dia a dia aunque pueda ser una simple apariencia y pese a todo puedes esbozar una sonrisa. En
The Human Promise todo ocurre con una dureza e incomodidad tremendas. Igualmente os la recomiendo, aunque hay que buscar el momento adecuado. Como ya digo más allá de su valor cinematográfico, creo que resulta un complemento necesario a ésta y viceversa.
Ains, al final me acabo enrollando como las persianas
. Gran película de Koreeda, ante todo contada de manera magistral desarrollándose practicamente en un solo día sin que puedas despegar los ojos de la pantalla. Esperemos que vuelva a regalarnos joyitas como ésta o con todo lo que se atreva, que con
Air Doll ya demostró con nota que sabe desenvolverse sin dejar de ser él en cualquier tipo de proyecto
8/10