Debo decir que esta película me ha encantado.
Yo no la definiría como film futurista, como pone en la sinopsis. La historia se enmarca en un pueblo obrero, un pueblo feo donde toda la gente sobrevive como puede. Sí, el tono general de la peli es que vivimos en un mundo al borde de la catastrofe, pero más allá de eso, vemos que los valores e inquietudes son los mismos en todas partes.
Me ha encantado como todos los adultos tienen una historia que contar, algo de lo que presumir, algo tan estrambótico que parece inventado para darse importancia, aunque no podría dejar de ser verdad.
Y en ese caos de un mundo hecho por adultos desencantados tenemos a Tikel, Rosie y compañía que desde su clase en el colegio buscan la revolución y aspiran a ideales más grandes que los que les tienen atados en esa basura de pueblo, hasta que llega Clara y nos enseña que al final, lo más básico como el amor, es intrínseco a nosotros y a nuestra naturaleza y que vale más que 1.000 revoluciones.
Un imprescindible altísimo y muy recomendad.