Pues muchas gracias, Chrys, por la ficha y por la cita...
Yo la pude ver en Madrid hace una semana y, no sé si me estoy dejando influir por la actualidad que el tema de la peli cobra a raíz de las tristes noticias que nos llegan de Oriente Medio, pero lo cierto es que la he votado como "Obra maestra".
La peli desde luego merece la pena ser vista; estoy convencido de que será una de las que recordemos dentro de unos años cuando hablemos sobre el conflicto árabe-israelí. Lo que más me ha gustado es su planteamiento tan global, tan multilateral y tan certero: nos muestra el problema desde las dos ópticas (la árabe y la israelí), pero también desde las de los hombres (van a lo suyo, tanto el ministro de defensa israelí como el abogado palestino) y las mujeres (tienen principios, tanto la propietaria palestina del limonar como la esposa del ministro israelí). La ética y la falta de la misma fluyen en este film: ambas están vivas y se debaten. El asunto se muestra desde la óptica pública (el escándalo que se monta a raíz del proyecto de talar los limoneros) como desde la óptica privada (cómo lo siente cada uno de los personajes implicados y las complejas relaciones de vecindad forzosa que se establecen).
Y lo más sorprendente de la peli: las concesiones que se dan al humor y a la comedia, en un tema que aparentemente no lo permite. Sin embargo, la peli tiene gags que le dan a la peli una gran fuerza y no queda fuera de sitio por lo realista (es genial el papel del soldadito israelí que está en la garita y trata de llevarse bien con todos, incluso con la agricultora palestina, tal vez porque el conflicto árabe-israelí no es su guerra, sino ese absurdo pero existente examen psicométrico para el que se prepara con el objeto de ingresar en la universidad).
No dejéis de verla, chatos, que vale la pena.
Un saludo