Gran película de Shimizu, que no deja de sorprenderme. Lástima que tengamos tan pocas de sus cerca de 160 películas, porque sin duda es un imprescindible del cine japonés.
Su manera de filmar; de hacer cine coral, dirigiendo soberbiamente a niños; su manera de mostrarnos la sociedad de la época, con denuncia social incluída... hacen de él un gran director por desgracia poco conocido.
MieMie.