Sigamos jeje ...
Producida y coreografiada por Jackie Chan, Angry ranger no deja de ser una puesta al día de aquellas viejas películas de la Golden Harverst sobre triadas. Bajo la dirección de Johnny Wang Lung-Wei (del que ya hemos disfrutado Hong Kong godfathers), en cierto modo se trataba de trasladar la brutalidad de los ballets de balas de la época (no olvidemos que un año después aparecería Hard boiled) sin disparar ni una sola vez. ¿Y eso cómo se consigue?
Angry ranger nos cuenta la historia de Peter (Ben Lam) que sale de la prisión tras unos cuantos años en la carcel como consecuencia de una lucha entre bandas (bueno, en realidad una banda entera y él). Su mundo ha cambiado y pese a sus intentos (no muy convencido, es cierto), de llevar una vida honrada, su cruce con AIDS Lun (se podría escribir todo un libro sobre nombres mafiosos en las películas hongkonesas), un jefecillo de una de las dos bandas que controlan la zona, unido a que se encapricha de la amante del jefe de la otra banda y a que no le gusta que le "contesten", le llevan literalmente a una escalada de los hechos y de las consecuencias que acaba como suelen acabar estas cosas...
Si hay algo que impresiona de Angry ranger es que los golpes son demoledores... Se sienten... Están filmados con una convicción propia de otros tiempos (aquellos) y las cosas ocurren porque tiene que ser así, en un bando o en otro, en un moviemiento inapelable de acción - reacción - acción sobre el que se fundamenta buena parte del cine cantonés, pero aque aquí se nos ofrece con una violencia fría y demoledora...