Benny Chan es seguramente el último guardian de las esencias del cine de acción a la manera clásica (Wilson Yip puede buscarlo, pero realmente no tiene el bagaje de este hombre... lo suyo era otro cine...). Y últimamente, parece decidido a destapar ese frasco y darnos algunas dosis de "aquello que se hacía en otros tiempos". También es cierto que ahora la gente se vuelve más moderada... Sin la necesidad de que se jueguen la vida los especialistas porque se puede usar CG's, pues se recurre a los CG's, pero al menos este hombre los emplea con una cierta dignidad de artesano "a la antigua". Así, esta película es un poco eso, el pasado y el presente, reunidos en una película que mantiene la tensión y a la que podemos reprocharle bien poco (tampoco iban a cambiar ese estilo feliz de las cosas americano con la adaptación). Hasta que punto a sido fiel al original no desconozco (y no pienso comprobarlo), pero lo cierto es que tiene infinidad de elementos argumentales hongkoneses, aunque al final eso es lo que menos importa, porque sin duda y desde bien pronto, nos deja deslumbrados con la acción. Y es que cuando uno ve la escena de persecución con coches que se marca, se da cuenta que está en otro nivel, y que la película se juega a ese nivel y no otro. Louis Koo no nos interesa (nunca nos interesó demasiado), Nick Cheung se conforma con las migajas y cumple, el resto de los actores, en su mayoría chinos, están, todo es correcto, pero aquí estamos hablando de cine de acción puro y duro, con el director de acción de sus últimas películas (sobrevivió a Fatal move... menos mal), Nicky Li.
En fín, una película que da lo que promete, de la que no debemos esperar más que eso, y bueno, si algún día hago cine en Hong Kong prometo que los malos vestirán con chandals como los que llevaba Danny Lee en sus buenas películas, porque si, sigo estando cansado de que todos parezcan salir de un desfile de modas...