A estas alturas de su carrera y tras Law with two phases (un año antes), Danny Lee ya empezaba a tener claro lo que quería hacer y frente a él se adivinaba un extenso futuro en películas policiales en las que él, como no podría ser de otro modo, sería el policía. Un policía que tiene claro que es la ley (él) y que se ve permanentemente enfrentado a gente que le hace la vida imposible por no comprender algo tan básico como eso. En este caso, Romeo (ahí es nada), el policía interpretado por él, ya reune buena parte de esos principios (junto al gusto más que dudoso de Lee a la hora de vestirse, aquí reflejado en una colección de chandals inolvidable), se enfrenta a un fotógrafo de modas que se vuelve loco tras dejarlo su novia, novia que va a caer en las manos de nuestro Romeo, cómo no, un poco por interés. Los encuentros entre el ex y nuestro hombre van en escalada, y la locura progresiva dará lugar a un final intenso que nos dejará por el camino unas cuantas escenas de acción (en especial las persecuciones automovilísticas) combinadas con el humor más dudoso, y conformando una obra irregular pero más que entretenida.
Y bueno, de nuevo tenemos a Wong Chun al medio. Esta vez de actor y director... Pero me da que aún lo volveremos a ver y no tardaremos mucho jeje .
Pues nada, más Danny Lee. A disfrutar
.