Completando un 2x2 de los más curioso, junto con The lady professional, aquí tenemos Temptress of a thousand faces. En la introducción al cine de acción de la Shaw, ya comentamos como a estos les dió por un cierto cine sofisticado a la manera de Bond, generalmente encargado a directores japoneses o, como en este caso, un coreano. Más cercano del cine de aventuras que del cine de acción, a veces nos sorprendían de la manera más absurda. Como una hipnótica variante, tenemos algunas películas en las que un cierto contenido marciano les daba un aire inocente, un toque entre ingenuo y desvergonzado. Los dos ejemplos más contundentes serían Angel with the iron fists, dirigida por Lo Wei (la tenéis en la retrospectiva) y ésta que tenemos aquí, que nos trae las peripecias de la policía a la búsqueda de una mente maligna (mujer) a la que le gusta asumir el puesto de otras personas hasta sus últimas consecuencias...