Vista esta noche
Lo primero que hice nada más acabar de verla fue descargarme el último disco de Kazuki Tomokawa. Y es que su tremenda música y la increible fotografía son sin duda lo más epatante de la película.
Por lo demás, el filme es una road movie con momentos que, como bien dice Maurazos, son pura poesía. Esos minutos finales con la bicicleta a cuestas son tremendos.