No debe ser nada sencillo hacer películas con tanto niño y que encima el resultado sea creíble y artísticamente aceptable. Muy buenos los planos y el argumento (se nota la experiencia previa de este director como guionista para Yasujiro Ozu, en la etapa del cine mudo).
Y el final deja buen sabor de boca. Vedla.
Muchas gracias a Aguijon, Eljabato, y demás implicados.
Un saludo.