Yo cuando vi que Hou Hsiao-hsien iba a hacer una especie de homenaje a Ozu, dije, joder, lo que puede salir ahí... Qué va a hacer, que miedo... Un cineasta así como se puede meter a conmemoraciones y demás... Y cuando voy y veo Café Lumière lo primero que pensé es que esa película era la que hubiera rodado Ozu de haberle querido hacer un homenaje a Hou Hsiao-hsien...
La capacidad que tienen algunos cineastas para apropiarse de las cosas, hacer suyo todo, es asombrosa... Hou Hsiao-hsien siempre hará una película de Hou Hsiao-hsien, ponga quién ponga el dinero y el argumento (espero que no me contradiga ahora, pero confío en él jeje). Los franceses siempre han puesto dinero en producciones asiáticas... El problema no es ese: es que sea un encargo. Si empiezo a decir todas las películas que cuentan con producción francesa en una parte, alucinaríamos (y desde tiempo inmemorial... empezando por Nagisa Oshima o Akira Kurosawa...).
Creo que afrontar algo así, es en si mismo un reto... De hecho, es precisamente algo muy francés... Ellos le llaman "contrainte". La palabra nuestra que más se le acerca sería "constreñir". Es decir, crear una obra bajo una limitación. Un ejemplo rotundo fue Georges Perec, que escribió libros sin una vocal (la "e", la vocal más usada en el francés) o con sólo una vocal (la misma "e"). Y no tenían diez páginas. Esa imposición, te obliga a desarrollar aún más tu capacidad para crear y te impone adoptar posturas y decisiones que de otro modo igual no te hubieras ni planteado, con lo cual se da la paradoja que crear bajo unos impedimentos puede ser extraordinariamente creativo.
Jean Luc-Godard (esto lo he contado más de una vez), cineasta-autor por excelencia, no le importaba plegarse a las exigencias del productor de turno... Cuando rodó Le mépris, con Brigitte Bardot, le pidieron, cuando ya estaba acabada la película, que metiera escenas de desnudos ya que la tenía a ella (así), y él dijo que bueno... y hoy en día esas escenas son historia del cine...
Conclusión: no veamos siempre estas cosas como algo terrible, sino con el interés de ver como un creador es capaz de afrontar el reto de llevar su cine a unos lugares que le son ajenos (o no).
Nota: A mi me da miedo Juliette Binoche... ¿lo he dicho ya?
Ese si que es un verdadero reto
. Aunque Chrysalis me ha dejado mucho más tranquilo con su planteamiento aplastante jeje .