Los episodios son en plan Ju-on, apariciones fantasmales envueltas de una atmosfera tétrica con ruiditos siniestros y rostros y manos que aparecen en los sitios más insospechados. Situaciones oníricas y a veces hasta subrealistas, poco o nada de sangre, etc. Puro J-Horror. El problema es que las técnicas están ya tan usadas, que pocas veces hacen ya efecto, y muchas historias, son tan breves que resultan simples.