Iba con mucha ilusión después de la sorpresa de la primera parte, pero creo que con la primera bastaba. Y no es que esta sea mala, de hecho está muy bien, pero repite esquemas demasiado estereotipados y la convierte en predecible y con muy poca emoción. Los refritos de grandes éxitos nunca suelen salir al gusto universal, pero se puede disfrutar de una obra entretenida, que marca unos valores que perduran en el tiempo y que consigue hacerte pasar un buen rato. 6.5/10