Este director me pareció un torpón con su Breathe In, Breathe Out, y aquí se me confirma con una peli que en manos de un, que se yo, Katsuhito Ishii o un Satoshi Miki podría haber dado como resultado una cosa apabullante. El director cuenta con una historia negrísima de base escrita por Ryu Murakami y con un reparto de lujo, en el que mas que con los dos guapitos de cara me quedo con esas Midoris comandadas por Kanako Higuchi y la "otra" Kitano Girl (aparte de la nuestra, claro) Kayoko Kishimoto. Pues nada, aun así Shinohara se empeña en ralentizar una historia que pide a gritos mas ritmo y menos palabrería. Menos mal que en su tramo final el guión se impone al director y la cosa ya fluye como debería hasta rematar con ese "explosivo" final. Gracias a su último tercio la impresión que deja es bastante positiva, aun con lo desaprovechada que está la historia durante gran parte del metraje.
En definitiva, recomendable por el argumento, los golpes de guión y por las interpretaciones, aunque el director parezca empeñarse en muchos momentos en que no sea así.