mi crítica:
Tal vez Crow Zero no sea la mejor película de Miike, pero desde luego cumple con su propósito de entretener.
En esta ocasión Miike vuelve a la carga con la adaptación de un manga, dando como resultado una live action que no aburre en ningún momento y que de vez en cuando peca de alguna escena un tanto "pastelera", en contraste con lo que es la tónica general del film. pero teniendo en cuenta que la película está destina básicamente a un target adolescente, se lo perdonamos.
La BSO es sensacional, además de aportar una gran fuerza a todo el conjunto. Otro punto fuerte es el de la fotografía, que está cuidadísima, de hecho, es una delicia visionar Crows Zero, en algunas secuencia parece que estemos ante un cuadro lleno de grandes contraste.
Toda la estética del film está muy cuidada, con ese troque trash, que actúa de alguna forma, como leit motive de la historia: un mundo violento, sucio, grafitero, una especie de instituto yakuza. Y esos uniformes nipones... la verdad es que está muy logrado.
En lo que a actuaciones se refiere, pues loa verdad es que llama la atención ver a Takayuki Yamada (Denha Otoko, The train Man u Otaku in Love para los que hayan leído el manga publicado por Glènat, donde hacía de un Otaku tímido, con una colección ingente de muñecas de diversos personajes del mundo del anime y del manga) encarnando a Tamao Serizawa, el matón rey del instituto, y lo hace muy bien, la verdad es que me convenció. Shun Oguri, que hace Genji Takaya, está genial también.
En definitiva, una película muy light, para lo que nos tiene acostumbrados el señor Miike, donde veremos unas preciosas secuencias de mamporros genialmente coregrafiados.
La verdad es que después de ver la película, a una le entran las ganas de leerse el manga.