Sin llegar al nivel de Man on the brick y Cops and robbers, Alex Cheung vuelve a realizar una película al menos entretenida y por momentos interesante, desde un punto de vista fílmico (tiene escenas que le confirman como un gran director). Historia otras veces vista de policías corruptos, traiciones, gatos y ratones, al menos las interpretaciones de Alex Man (que a mi me recuerda a Danny Lee) y Simon Yam (con un personaje un tanto ummmm, no sé, en su línea pero en el que de repente la línea se desvanece...), unidos a la contundencia de Yukari Oshima y al buen hacer, como decía, de su director, nos ofrecen un producto más que digno, con coreografías conseguidas y todo lo necesario para pasar una hora y media entretenida.