Otra peli del amigo Duk de la que me apetece hablar porque además es una de esas que la gente considera "floja"... quizá porque los críticos no escriben bien sobre ella en ninguna parte y entonces la gente no sabe que pensar... suele pasar.
Tenía muchas ganas de verla, porque la mirada descarnada de Duk sobre la vida militar y la situación política de su país tenía que ser interesante... al igual que su desesperanzada visión del amor, de la religión y de todo...
La historia trata de unos militares que están siempre esperando un enemigo (supuestos espías coreanos del norte) que nunca llega. Se pasan la vida entrenando, sometidos a una disciplina brutal, deseando tener a alguien a quien disparar para dar sentido a una vida sin objetivo aparente.
Tal es su anhelo que acaban matando a un civil inocente que estaba haciendo el idiota en la playa por la noche con su novia. A partir de ahí comienza un descenso al infierno individual (para el pobre soldado que ha matado al civil) y colectivo (para toda su unidad que terminará viendo como su disciplina y su cordura se derrumba en medio de una psicosis colectiva y una degradación moral vergonzosa que les lleva a abusar de la novia loca del civil muerto). Por supuesto, el mensaje está claro... ellos son sus propios enemigos, ellos acaban por convertirse en una amenaza y una verguenza para aquellos a los que pretendían proteger.
Quizá la imagen que define mejor la peli es la última: el prota, ya totalmente enloquecido por la culpa y la desesperación, incapaz de reinsertarse en la vida civil después de su expulsión del ejército, hace maniobras por la calle vestido de uniforme ante la hilaridad de los civiles. Pero las risas se transforman en horror cuando mata con la bayoneta a un espectador... incapaz de distinguir ya quién es el enemigo y quién el amigo, el bien del mal, la realidad de la ficción...
Se puede decir más claro, pero no de forma tan hermosa y terrible.
Otra grandísima peli de este tío.