Pues ya la visto y coincido con las opiniones generales... Seguramente no será la película más inolvidable de este hombre, pero tiene algo que te deja misteriosamente atrapado sin mayor explicación. Creo que rara vez en el cine los lugares, los sitios, han estado mejor capturados (salvo Fellini, pero el construía sus mundos) y se convierten quizás en la película en sí. Uno cae atrapado en todos esos laberintos y espacios que a mi me remiten a Vive l'amour!, porque hay algo de ella en todo esto, en este juego, y quizás la conclusión es que ahora los tres personajes, finalmente, comparten la misma cama y quizás eso era lo que había buscado el cine de Tsia Ming-liang, esa coexistencia, que se negaba una y otra vez. Y eso juego de personajes que se atraen, pero no llegan a encontrarse, que se tocan pero no se alcanzan, sobre el que bascula el cine de Ming-liang para mi está de nuevo presente aquí. E igual que The wayward cloud proponía un final "liberador", I don't want to sleep alone, propone una reconciliación del director consigo mismo... Y quizás pensar que The wayward cloud era la película que cerraba el círculo de Vive l'amour era un error, y sólo ahora llegó ese instante...