Pues es verdad...
Corregido.
Pues sí, estuve en la India y ya estoy de vuelta (sano y salvo). En resumen estas han sido mis impresiones:
Empezamos el viaje por Calcutta que nos gustó mucho. Una ciudad tranquila y muy poco turística. Fue un placer pasear por los mercados y entre las gentes sin que nadie te diera la brasa. Me compré unas cuantas pelis en una especie de Vips que parecía más el paraíso que una tienda de DVDs y CDs. Cine de bolywood y bandas sonoras por todas partes. Lo único que eché en falta es que tuvieran títulos de cine telugu y tamil. Pregunté por algunos y me tomaron por loco.
Después de Calcutta fuimos a Nepal. Nos dedicamos solamente a ver la parte del valle de Kathmandú pero nos gustó mucho la experiencia. La gente muy tranquila y los templos preciosos. Como buenos turistas nos compramos unos cuencos tibetanos. En cuanto a pelis solo había de top manta y unas copias bastante rancias en algunos videoclubs. Lo peor de Nepal es el aeropuerto donde te hacen pasar por mogollón de controles y cacheos (¡el último en las escaleras del avión!) y encima los vuelos llevan horas de retraso.
De vuelta a la India pasamos por Benarés. Me gustó mucho la ciudad pero muy poco las gentes. Este es un sentimiento que se repetiría a partir de entonces en el viaje. Es muy impactante ver como la gente rinde el culto al hinduísmo tanto en las inmersiones de los ghats como en las cremaciones de la parte antigua de la ciudad. Muy bonito todo pero te acabas cansando de los críos teledirigidos por sus padres tirándote del brazos diciéndote "Papá, papá" durante horas, de los shadus turísticos que "teóricamente" le han dado la espalda a las necesidades materiales y de todo el mogollón de gente que se abalanza sobre cada turista que ven. Una experiencia bonita aunque muy muy agobiante.
Después de Benarés pasamos por los templos eróticos de Khajuraho (preciosos) y por la fortaleza de Gwalior. Aquí cometieron un error de planificación y nos tuvieron un día entero parados en el hotel sin habitaciones ni maletas. Una pena...
Finalmente, como no podía ser de otra manera, acabamos en el "Triángulo de Oro" formado por Agra, Jaipur y Delhi. Solo decir que el Taj Mahal es una maravilla (sobretodo porque no dejan entrar a los vendedores al recinto y al menos te dejan vivir), Jaipur es muy bonito y Delhi es, con diferencia, lo más moderno que vimos de toda la India. Nos tocó precisamente en Delhi el día que conmemoraban el 60 aniversario de la Independencia de la India así que os podéis imaginar... Tuve la suerte de que el guía que nos tocó para el "Triángulo de Oro" era un cinéfilo de origen telugu llamado Chandra con el que pasé horas hablando sobre cine indio. Me gustó mucho saber las impresiones que tenían ellos sobre muchos de los aspectos de su cine, sobre los actores y demás. Fue muy interesante la experiencia.
En conclusión, como bien digo el país es precioso pero la gente (vendedores, conductores de ricksaw, conductores de elefantes, mendigos, etc...) solo ven al turista como un billete con patas al que deben sacarle todo el dinero posible. Si les das propina se enfadan y te piden más. Si les das un jabón, lo esconden y te piden más (enfadados). Si pactas con ellos un precio por un artículo, una vez han hecho la venta te intentan devolver de menos. Te intentan engañar cuando te cambian euros por rupias. Bueno, que no quiero quitaros las ganas de ir... Es solo que nos decepcionó mucho la jungla en la que aquello se ha convertido de cara al turismo. Estoy seguro que en cuanto escarbes un poco y te salgas de la parte turística la gente será encantadora pero, los que nosotros vimos, desde luego no lo eran. Tenemos previsto volver en un futuro pero desde luego no en este plan (por nuestra cuenta) y al Sur o a Mumbai.