Pues nada, como decía por algún otro lado, ya la he visto... En estos últimos meses el señor Herman Yau parece estar muy activo, y tiene tres películas por ahí dando vueltas, curiosamente las tres jugueteando con el término "Categoría III" que él (junto a su amigo Wong) elevó a género con rotundidad. Y curiosamente, parece que las tres lo son por distintos motivos: Gong Tau (horror), Whispers and moans (el tema de la prostitución) y ésta (por la violencia). Pero aquellos años noventa gloriosos del género están muy lejos y seguramente no volverán... Y estas película, más que el intento de retomarlo, es la constatación.
La película es ciertamente curiosa... Debe haber sido rodada en digital y pasada por cualquier programa de retoque de imágenes, porque realmente asistimos a una fotografía extremadamente curiosa (muy brillante a veces), y seguramente ese derroche presupuestario en el tratamiento de las imágenes hizo que se quedaran sin dinero para contratar al guionista, con lo cual la película se queda en un ejercicio de estilo, estravagante a ratos, errante a más de las veces, en las que vamos de brote de violencia en brote de violencia sin mayor preocupación por el desarrollo, aderezándolo todo con Mandy Chiang, la señorita protagonista, cantante de éxito, que por si sólo justifica la película, pero digamos más a nivel visual que otra cosa...
Pero lo curiosamente cierto es que frente a tanta extravancia y seguramente porque como me dice Thug, yo ya no soy capaz de juzgar una película hongkonesa
, hay algo que te mantiene sujeto a la película e incluso, en una condescendencia casi magnánima, le perdonamos el final escamoteado a Johnnie To y esa sorpresa final que sería para matar al guionista si la película hubiera contado con uno...
En fín, una película a ver en una tarde de esas de verano que vendrán, tomándose un refresco mientras el ventilador gira y gira...