jidaigekipedia.comComienza una leyendaKenji Misumi nos presenta la primera de las 6 entregas de
Lone Wolf and Cub, basadas en la serie manga que comenzaron a escribir Kazuo Koike y Goseki Kojima en 1970. Dirigió 4 de ellas y posiblemente se cuenten entre sus títulos que mejor han llegado al público internacional. Después de su rodaje practicamente dio por terminada su carrera cinematográfica.
Sinopsis: Itto Ogami es el Kaishakunin del Shogunato. Su misión es la de asistir a los condenados mientras realizan el ritual del seppuku. La envidia y los celos hacen que la poderosa familia Yagyu le prepare una trampa en la que asesinan a su mujer para usurpar su cargo, tras lo cual decide buscar venganza oponiéndose al Shogun y luchando junto a su pequeño hijo Daigoro.
Sin duda me gustó mucho más la primera vez que la vi, y es que quizás por aquel entonces esta película en concreto y este tipo de cine en general se ajustaban mejor a lo que buscaba en el jidai-geki. Se trata de un chambara puro y duro, al que algunos críticos se referirían (posíblemente con toda la razón) como "jidai-geki de clase B".
Kozure Okami (título original) simplifica al máximo los guiones y se limita a contar las aventuras de un ronin errante que recorre el país buscando venganza entre vísceras y mutilaciones. A diferencia de otras sagas como la de
Zatoichi o la de
Sleepy Eyes of Death, se prescinde de todos los elementos que aportan algo de encanto a la historia.
Pese a su titulo internacional, en esta primera parte no se lleva a cabo ningún intento de venganza, sino que tan sólo se plantea el argumento y se explican los motivos que inician el diabólico viaje de Itto Ogami e hijo. Por tanto el desenlace irá relacionado con uno de sus trabajos como mercenario, lejos del alcance de las maniobras de los Yagyu.
A quienes no conozcan la saga es posible que el título español “Lobo solitario y su Cachorro” le suene entrañable o infantil, pero sin duda se trata de uno de los ejemplos más brutales del chambara
gorerótico, con un metraje cargado de pechos y desmedidos chorros de sangre.
La valoración en este tipo de cine se me antoja complicada, ya que tanto
Sword of Vengeance como las entregas posteriores son obras destinadas unicamente al entretenimiento del espectador. Lo dejaré en una invitación a probar.