Ha sido para mí una sorpresa esta película, a ratos dura y a ratos tierna. La peli capta muy bien la atmósfera de los años 50, no sólo en la ambientación del entorno portuario de Osaka (que casi es lo menos logrado), sino en la estética fílmica, y ya no lo digo sólo por el blanco y negro. Buena interpretación la del trío de actores infantiles. Cuesta seguirla a partir de los subtítulos en inglés, que son de traducción automática, de esas que te traducen hasta los nombres propios de los personajes. Además, se han empeñado en poner "Okinawa" donde los actores dicen "Osaka".
"Obra maestra", sin duda.
¡Gracias por la ficha, Gorchakov!
Un saludo