Primer acercamiento al cine de Takahata, y así a bote pronto la pondría entre mis favoritas del estudio junto a Nausicaa, Totoro y Kiki (puede parecer contradictorio, pero con los revisionados, es el Miyazaki más íntimo y ligero el que más cosas me trasmite, exceptuando la épica de Nausicaa que me resulta a un nivel que el maestro no ha vuelto a igualar).
Only Yesterday puede que sea la película más madura que he visto hasta ahora del estudio y visto el resultado Takahata debería estar mejor considerado y no a la sombra de Miyazaki (un poco como el dúo Keaton-Chaplin, genios y amigos pero también enemigos).
La protagonista Taeko realiza una profunda retrospectiva de su vida a través de la infancia con la que poco a poco encuentra su nuevo lugar en el mundo y motivaciones. Sin duda un público más adulto podrá sacar muchos más matices a este tipo de historia relacionándola con sus vivencias, pero aún así, la película es una ventana hacia la nostalgia y los recuerdos que te atrapa hasta el final. Y que final! De una sutileza y realismo mágico que se te termina escapando la lagrimilla, ains.
Con una historia de lo más sencilla (muy del estilo de Ozu, como ya se puede presumir de sus créditos iniciales) y una narrración y tratamiento que dejaría en pañales a gran parte de las peliculas de imagen real, retratado con una fotografía de ensueño (es la primera pelicula de anime en la que destaco este aspecto, porque literalmente se respira vida por cada uno de sus fotogramas). Me ha encantado la preciosa fotografia apastelada con esos fondos que parecen acuarelas y personajes de líneas más delicadas para retratar la infancia de Taeko y la animación a la que estamos acostumbrados para plasmar el presente, de un realismo que quita el hipo (el documental que incluye el notable DVD de Aurum da fe de ello, el equipo viajó a las propias tierras que se retratan en la pelicula e incluso mandó a dibujantes al campo para poder ver y representar sobre el papel lo más fiel posible las plantas del cártamo. Por cosas como ésta amo Ghibli, es puro amor al arte y a la naturaleza
).
Pero no solo eso, aparte de una delicada banda sonora que capta muy bien la melancolía y nostalgia que Takahata nos quiere trasmitir, veo un cuidadísimo estudio de las diferentes épocas retratadas, con su música caracteristica, sus costumbres, sus ropas o la crítica al papel de la mujer en aquellos años y que por desgracia arrastramos hoy en día en ciertos aspectos que se ve muy bien reflejado en el personaje conservador del padre de Taeko.
Los flashbakcks que nos muestran la infancia de su protagonista se acaban fundiendo mágicamente con la realidad conviviendo ambos a través de los diálogos, las imágenes y los recuerdos. Y creo que ahi reside el encanto de esta obra, porque llega un momento en el que cada pieza de ese gran puzzle en que conviven presente, pasado y futuro, encajan en una sola dirección: el sentido de la vida
Sólo puedo recomendarla con los ojos cerrados, coincido plenamente con la critica de yagereales
. Una joya que metería entre lo mejor de esa década, de las anteriores y de las que están por venir. Porque esto pese a ser animación, es una lección de un cine que tan sólo podemos disfrutar a cuentagotas.
9/10