Un periodista está haciendo una investigación acerca de los trabajadores de las líneas eroticas, encontrandose atrapado en un universo de sexo depravado, drogas, mentiras y obsesiones mucho mas oscuras de lo que imaginaba en un principio...
En estos tiempos de corrección política y censura, que mejor que un violent pinku eiga del director de Rampo Noir y Naked Blood. No apto para almas sensibles.