Yo es que no he visto la de Wakamatsu
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De todos modos, vamos por partes... El cine de Ishii contiene eso, pero no todo el cine de Ishii ni siempre en igual medida... Tenemos la saga Chitai (a la que pertenecen Black Line y Yellow Line). En ellas no encontramos nada de eso (aunque tiene detalles, pero vamos, hay que conocer mucho a Ishii para ver esos guiños), sino más bien dos magistrales ejemplos de cine negro (tanto que la saga influyó totalmente en el cine negro japonés que vendría después), y dos ejemplos a la manera francesa... En Black Line o Sexy Line no es difícil entender que Ishii debía conocer el polar francés (incluso a Godard), y en Yellow Line películas como Pépé Le Moko (joder, es que reconstruye la Cabash argelina en pleno Japón). Aquí no hay ni sexo, ni grotesco ni violencia ni torturas (explícitas)...
En Abarishi Prison tenemos un drama carcelario como otros tantos dramas, clásico y filmado maravillosamente por Ishii.
Ahora bien, como comenta Alikuekano en su introducción, llegan los finales de los sesenta y Ishii descubre su lado enfermo (en realidad le da al público lo que quiere... Wakamatsu usa el pinku eiga para desarrollar su manera de entender el cine, Suzuki el policiaco, Ishii el grotesco). Aquí no hemos incluido ninguna de ellas realmente, porque o bien no tienen subtítulos o bien no los tienen en castellano y bueno tampoco queríamos ir a los límites. Shogun's Sadism o Yakuza Law, son películas para las que hay que tener estómago.
Pero más contenido aunque igualmente grotesco, excesivo y todos esos adjetivos que usa Scare, son Female Tale Yakuza y The Executioners, pero colocados en otra historia... Ya no se trata de mostrar como se torturaba entre los yakuzas o en otros tiempos, sino que tenemos un chambara y una película de artes marciales, a la que Ishii aporta su endiablada manera de rodar (ya veréis que planos, que ritmo,...) y de paso su disparatado sentido de las cosas...
Pero vamos, que tenemos los dos niveles... y no hemos entrado en ese tercero jeje...
Yo de Wakamatsu he visto Go go second time virgin, y realmente Ishii está en otro nivel, menos experimental y más exhuberante fílmicamente (no olvidemos que ha tocado todos los géneros, lo cual le permite manejarse como nadie en infinidad de terrenos e incluso en todos a la vez).