Una película que me ha decepcionado y, leyendo vuestros comentarios, veo que no soy el único. Y el problema me parece que no es tanto el resultado cinematográfico en sí, que no está mal (buenos actores, buena imagen, bueno efectos, interesante repertorio musical), sino el guión del propio Shion Sono, un guión poderoso (poderosamente malo, quiero decir) que lo invade todo y en mi opinión lo acaba destrozando todo. Hasta se podría poner en las escuelas de cine como ejemplo de cómo no se debe hacer un guión. Y lo triste es que la cosa empieza muy bien, con esa primera secuencia del suicidio colectivo en la estación de Shinjuku y unos detectives que parecen dispuestos a resolver el difícil caso que tienen entre manos. ¡Cine de terror y policiaco de la mano, qué bien! Pero luego la trama policial se va desvaneciendo, se acaba quedando en mera anécdota, van surgiendo otros elementos que quieren disputarse el protagonismo, y la verdad es que al final ninguno lo consigue. Y esa triste sensación final de no haber entendido mucho de qué iba todo esto. El guión va mostrando un catálogo de buenos propósitos temáticos a lo largo de la proyección, pero jamás profundiza en ellos. Se quedan en la anécdota. Por tener, incluso tiene pretensiones de denuncia social, pero se difumina. Por ejemplo, cuando uno de los detectives regresa a su casa en ese tren y ve toda la soledad y tristeza que le rodea en el vagón, lo que le hace reflexionar sobre esos suicidios que él investiga y sus posibles causas; o la canción final, que es toda una llamada a la esperanza y a la vida... Pero lo veo todo sin demasiada cohesión, como si se tratara de piezas pertenecientes a distintos puzzles.
No sé, a lo mejor simplemente es que era muy tarde y estaba cansado...
Le pongo un "ver si no hay otra cosa".
Saludos