Pues sorpresa total, para mi. No será una obra maestra, ni tan siquiera la mejor película de Ann Hui, pero encontrarme a estas alturas del cine hongkonés con esta película me ha dejado bastante descolocado... Si hay algo que quizás la define es humildad... Y ser humilde contando con una directora de la categoría del Ann Hui, una banda sonora magnífica de Jo Hisaishi, la fotografía realmente maravillosa de Kwan Pun-Leung (2046, Stanley Kwan, la propia Ann Hui,...) y el señor Nelson Yu Lik-Wai (lo siento, este hombre para mi es algo sobrenatural... quizás el más grande director de fotografía actual, con el permiso de Christopher Doyle), la interpretación emocionante (porque nos devuelva a este hombre en su integridad) de Chow Yun-Fat y de Siqin Gaowa, ser humilde, como decía, con todo esto, no es una tarea nada fácil...
Pero Ann Hui no cede frente a nada, y la película avanza y avanza con una paciencia notable... nos lo va dando todo poco a poco, sin excesos y sin tiempos muertos, y es esa acumulación de sabores la que nos deja un sabor de boca más que agradable al final, y pensamos que todo esto ya forma parte de otros tiempos... pero no, ahí está, 2007... y no nos sorprende que los críticos hongkoneses la consideren mejor película del año, y sí que haya quedado ahí, injustamente perdida... Pero quitarle el polvo, sacarla de algún recóndito cajón, meterle los magníficos subtítulos de Surabaya si no los tiene ya, y verla... Os sorprendereis de lo que se puede conseguir haciendo un cine modesto, un cine que confía en si mismo...