Bueno, pues ya la vi (¡me costó trabajo bajarla, pero al final fue posible!).
Me ha encantado, creo que es una de las imprescindibles de Itami. Buenísima secuela de Marusa no onna, que incluso la supera en la mordacidad de su humor, y en ese sabor amargo que nos deja al final, pero que nos cuenta sin pelos en la lengua los aspectos más oscuros y siniestros de lo que fue "La Burbuja", los años de mayor prosperidad económica de Japón.
Una brillante exposición sobre el tema de la evasión de impuestos y el peligro que entrañan las sectas. La verdad es que Itami tocaba temas muy escabrosos, peligrosos, lo que pagó en algún momento de su vida. Su cine es extremadamente valiente y nunca se echó atrás; el tío debía tener los huevos cuadriculados.
Me ha parecido que el tratamiento de la historia es impecable, siguiendo su línea humorística, pero con algo más de sobriedad, controlando algunos de los excesos e histerismos de sus primeras pelis. Y Nobuko Miyamoto, como siempre de dulce. Me gusta un mazo esta mujer; tiene su punto, con pequitas y todo.
Un saludo