Me gustaría aportar algunos datos de interés que he ido recopilando;
La Daiichi ya hacía tiempo que agonizaba económicamente y Mizoguchi estaba en el punto de mira de la censura impidiéndole ser crítico con la sociedad del momento. Se perdieron dos de las tres películas rodadas entre 1936-39 que por sus argumentos el realizador recurrió al retorno de la época Meiji (1868 – 1912) sin alternativa aparente, cosa que le alejaba de las sospechas.
Kenji realizó 3 películas sobre el teatro en la época Meiji, pero sólo sobrevivió esta siendo un trabajo que le enorgullecía, donde pudo expresarse más libremente de lo esperado y convirtiéndose en la gran obra de su carrera hasta la fecha.
El teatro Kabuki seguía siendo muy popular hasta la gran guerra, hecho que hacía que las películas ambientadas en este arte también gozaran de aceptación comercial. Con todo, Yoda, su guionista mostraba un leve punto crítico en la figura de Otoku, la mujer protagonista enamorada de Kikunosuke haciendo paralelismos con la servidumbre del pueblo Japonés en el campo de batalla. Siendo el crisantemo (nombre artístico de la familia a la que sirve la protagonista) el emblema de la casa imperial Japonesa.
La película de 142 minutos se compone de 140 planos, que da un promedio de plano por minuto y son numerosos los que superan los 5 minutos (varios planos secuencia) y en algunas escenas vemos docenas de ellos en una breve periodo de tiempo. Todo ello minuciosamente planificado y probablemente inspirado por las técnicas de pintura oriental que se ven representadas en los títulos de crédito sobre rollos desplegables.
Argumental y técnicamente cabría destacar la hipocresía de aquellos actores que seguían fingiendo incluso después de interpretar la obra de cara al protagonista. La primera escena secuencia en la que los dos protagonistas pueden ser observador por el espectador en contra picado en un largo travelling a orillas del río y la honesta respuesta de Otoku a cerca de su fallida actuación. La madurez de Kikunosuke, proceso en el que la película va perdiendo su apariencia de representación teatral y el actor abre sus ojos a la realidad, despojado del vínculo familiar. El regalo de Otoku, el espejo, que representa la verdad y la pureza, un objeto que ayudará al actor a reconocerse.
Para el papel protagonista Mizoguchi consiguió convencer a a Shotaro Hanayagi, el más famoso Oyama del teatro Kabuki. El problema es que se trata de un actor maduro que debía interpretar a un personaje de 20 años. Tras constatar que el maquillaje no era suficiente para dar veracidad a la diferencia de edad, el realizador optó por explotar al máximo su teoría de las tomas distanciadas y el consecuente rechazo de los primeros planos.
Fuentes; Nosferatu29 y Kenji Mizoguchi de Antonio Santos Editorial Cátedra.
PD: No he podido apenas encontrar nada de info sobre la bella actriz protagonista que encarna a Otoku; "Kakuko Mori". Especialmente saber que fue de ella, por que no realizó más películas, etc. Si alguien sabe algo que se pronuncie