A mí me ha parecido una auténtica joya cinematográfica, como casi todo Imamura. Una de esas pelis japonesas que habla abiertamente y sin tapujos del duro papel que les corresponde a las mujeres en aquella sociedad, sobre todo en la época en que a la protagonista le tocó vivir. Un tema en el que fue todo un maestro Mizoguchi, pero en el que Imamura demuestra también unas excelentes maneras, porque además lo sabe combinar con esa ironía y esa visión tan descarnada y primaria que tiene de la vida cotidiana en las clases populares japonesas.
Saludos