Ya la he visto... Le he puesto un Imprescindible (por cierto señor Kaisha... su director, Jacob Cheung tiene retrospectiva... Está dentro de la de Nuevo(s) cine(s) hongkones(es) jeje... ya la he enlazado... su carrera es un tanto peculiar...).
La película está muy bien y creo que puedo decir sin equivocarme que la prefiero a Hero o La casa de las dagas voladoras... Frente al esteticismo galopante de Zhang Yimou (que no niego que tampoco es que me desagrade) y su afición por las grandes estrellas (lo de burro grande ande o no ande jeje), Jacob Cheung y Andy Lau realmente apuestan por un sólido guión en el que los arqueros disparan no porque quede estéticamente bonito sino realmente porque tienen que disparar... Tienen sus concesiones, porque eso forma parte del juego, desde luego, y esto es una gran superproducción (lo cual reduce los márgenes de acción), pero la película funciona en todo instante, la historia avanza sin rodeos y el espectáculo esta garantizado...
Andy Lau, como casi siempre, aporta la clase y el actor que hace de rey la vergüenza ajena... Realmente esta sobreactuado hasta la desesperación (estas interpretaciones hacen al Anthony Wong de la Categoría III un prodigio de contención...), y es lo que más me chirría de la película. En el aspecto técnico más que impecable... La música de Kenji Kawai, la fotografía (correcta... tampoco es que sea de locura, quitando ciertos momentos a lo Ran), la dirección artística (muy muy cuidada) y las coreografías de Stephen Wai Tung (realmente las escenas de batallas son de lo mejorcito que se ha hecho últimamente, en mi opinión).
En fín, una de las películas del año que se quedará ahí en los premios Allzine, en tierra de nadie, por el simple motivo de haber aparecido en un mal momento...
Y los subtítulos de Fingolfin, a la altura... muy muy buenos... Así da gusto...