jidaigekipedia.comPor el pueblo, sin el puebloLa película comienza en un patio de ejecución, donde tres granjeros se disponen a recibir castigo por orden de los oficiales del Shogun. Uno de ellos es Sentaro (Tatsuya Nakadai), que tras recibir 100 golpes salva milagrosamente la vida gracias al agua que le ofrece Jingoza (Kanemon Nakamura), un jefe yakuza. Ese incidente marcará el resto de su vida, dedicándose desde entonces a buscar venganza en las filas del grupo Tengu.
Independientemente del papel que juega en la historia el personaje principal,
Blood End cuenta los hechos que tuvieron lugar durante la Rebelión de Mito en 1864. Los insurgentes del grupo Tengu eran partidarios del Emperador y se oponían al shogunato y a las potencias extranjeras. Entre sus miembros había tanto samuráis como campesinos, y trataban de destruir al gobierno Tokugawa mediante la violencia.
El protagonista, Sentaro, es un granjero que pierde la personalidad durante su búsqueda de venganza, dejandose atrapar por la influencia de un grupo revolucionario que en el fondo le desprecia por su bajo estatus social. El desarrollo del personaje es paralelo a la evolución del grupo, que a su vez se olvida de sus principios fundamentales y se convierte en una banda de asesinos y saqueadores que practican la misma discriminación de clases contra la que luchan.
Tratándose de un chambara ambientado en pleno Bakumatsu era de esperar que gran parte del metraje estuviera dedicado a escenas de acción. Sin embargo, no vamos a poder disfrutar de grandes coreografías, ya que las condiciones del escenario son casi siempre caóticas y hacen difícil ver con claridad lo que está sucediendo. En cualquier caso la mayoría de los combates tienen una dosis adecuada de realismo.
El final de la película me pareció ridículo e incoherente la primera vez que la vi. En esta ocasión le he encontrado sentido, sea o no el que el director pretendía darle. Personalmente creo que identifica a Sentaro con la figura del campesino. La rebelión fue un rotundo fracaso, sí, pero el espíritu de la restauración sobrevivió, y a los pocos años ya había puesto fin a la edad de los samuráis.
Blood End es una interesante obra de Satsuo Yamamoto (director entre otras de
Band of Assassins y
Zatoichi the Outlaw), que si bien no se cuenta entre mis favoritas del género, no deja de ser una buena opción para conocer uno de los sucesos más destacados del turbulento Bakumatsu.