jidaigekipedia.com¿Venganza?Sinopsis: Sozaemon es un samurái en misión de venganza que se ha instalado en una zona pobre de Edo. El asesinato de su padre le brinda la oportunidad de obtener el reconocimiento del clan Matsumoto si consigue encontrar y matar al culpable. Sin embargo, su escasa habilidad para el combate y su desinterés por realizar la tarea acaban provocándole un debate interno que no es capaz de resolver. La relación con sus nuevos vecinos le ayuda a ver la vida con otros ojos.
Allá por 2006 nos llegó la primera, y hasta la fecha única, incursión de Koreeda en el jidai-geki. La carátula del DVD presumía de varias selecciones en diversos festivales de cine, concretamente Toronto, San Sebastián, Pusan, Vancouver, Hong Kong, Atenas y Londres. Pese a que la película no recibió ninguno de los galardones, las críticas fueron por lo general positivas, y Jun’ichi Okada ganó el premio Nikkan Sports al mejor actor debutante por su interpretación como Soza.
Flower es un drama contado a través de la comedia, con un sentido del humor del siglo XXI llevado al periodo Edo para hacernos disfrutar con los más humildes. Personajes entrañables como Mago, Jiro, Onobu, o Shigehachi, consiguen con su sencillez que entendamos el pensamiento del protagonista y su apego a la vida. La música renacentista, que tanto ha llamado la atención de los espectadores, me ha parecido un vehículo perfecto para revivir la alegría de una época pasada, aunque me ha dejado fuera de juego escucharla en una película oriental.
En Japón tradicionalmente se identifica la vida del guerrero con la de la flor de cerezo, puesto que su florecimiento es hermoso y efímero. Koreeda contradice a la cultura popular, y con la voz de sus personajes nos dice que las flores regresan cada año en primavera, mientras que el hombre que cae no vuelve a levantarse jamás. No en vano, el título original es Hana Yori mo Naho, que significa “incluso más que las flores”, haciendo referencia a que nuestro paso por el mundo es aún más breve. Esta idea se instala poco a poco en la mente de Soza y le hace darse cuenta de que debe aprovechar al máximo su existencia.
La obra se ambienta en 1702, en una era en que después de varias generaciones se comenzaba a olvidar lo que era vivir por la espada y morir en el campo de batalla. Un tiempo en que el samurái era más una élite social que una clase guerrera, y las armaduras un símbolo de respeto por antepasados ilustres. A pesar de todo, en secreto, 47 hombres se preparaban para recordar a todo el país el significado del bushido (los 47 ronin, por si algún novato me lee). Algunos de ellos aparecen en la película de Koreeda, pero lo glorioso de su tarea se desvirtúa hasta el punto de dejarlos como unos simples asesinos que van a realizar un acto cobarde. Nos encontramos por lo tanto ante dos historias de venganza cuyos protagonistas toman caminos opuestos, con un claro vencedor a ojos del director.
Aprovecho para mencionar a Engelbert Kaempfer, al que se nombra una vez durante la segunda mitad del metraje. Lo que se cuenta de él no pasa de ser una anécdota, pero este físico alemán es una de las pocas fuentes extranjeras contemporáneas a las que hoy día podemos leer. De sus obras sólo he tenido acceso a Kaempfer’s Japan: Tokugawa Culture Observed, que de hecho fue donde encontré casi toda la información que tengo sobre Tsunayoshi Tokugawa. Si recordamos el excéntrico amor por los animales que caracterizaba a este Shogun, entenderemos la reacción del casero cuando descubre que sus inquilinos están comiendo perro.
En conclusión, considero que Koreeda y Flower refrescan un género monopolizado por la violencia y los ideales del guerrero. Recomiendo el visionado, pero no iré tan lejos como para colocarla entre los imprescindibles del jidai-geki.