Gracias a arfonso.
Un film que empieza un tanto absurdo y patético, como en los diálogos como en los primeros escarceos de golpes; pero poco a poco, la cosa se va poniendo seria y más tensa, donde nuestro protagonista y como siempre, defensor de los débiles, intenta acabar con la corrupción policíal. A medida que va pasando el metraje, las escenas de luchas van siendo mejores y cada vez más intensas, hasta llegar a ese clímax final donde destaca la sobresaliente danza coreográfica de artes marciales, donde lo menos importante son los golpes en sí mismos, sino ese “baile” de lucha sin parar. Le daría un bien alto, casi notable.