No es tan redonda como Hierro 3, la cima de este excelente director, pero es igualmente disfrutable.
La idea de la que parte es igual de genial que siempre, pero esta vez el gran Kim me parece que da unas cuantas vueltas sobre el tema, en lugar de tener un desarrollo tan conseguido como en películas anteriores.
Otro dato a destacar es que deja algo de lado la forma de narrar de la que hacía gala en sus últimas películas al prescindir casi totalmente de los diálogos, aquí los personajes hablan por los codos. Pero tranquilos, la película sigue contando con un gran poderío visual, pero en menor medida que en sus anteriores obras.
Un saludo