Qué capacidad tiene Hong para reinventarse
. Su mejor película desde Turning Gate, la más autoreferencial, la que más pistas da de cómo encarar su cine. A través de su álter ego nos desvela su procreso creativo. Incluso, en una de las escenas más sorprendentes de la película, por insólita en su obra, y que mejor demuestran su disposición para reirse de sí mismo, se atreve a hacernos un esquema de cómo entiende el cine y las relaciones humanas, esa estructura a partir tres vértices que hay que explorar. De ahí que sus guiones terminen en apenas dos páginas. Nunca sus tan criticados zooms adquirieron tanto sentido. Obra maestra.