Pues llevamos una semana intensa de apariciones, porque este es, por lo menos para mi, una película muy esperada: la última de Pou-Soi Cheang, director de Love battlefield y Home sweet home, y por tanto uno de los directores hongkoneses más prometedores (de hecho todas mis esperanzas este año en cuanto a cine de esta nacionalidad casi que residen en él y Johnnie To, para variar...).