Muy muy buena, muy muy bonita, muy muy triste, muy muy oscura, en todos los sentidos, una increible fotografía y trabajo con el sonido, toda la película se sostiene con un leifmotiv, puede que exagere un poco, no mucho, pero formalmente, y en la profundidad de lo que narra, me parece superior a Kore-eda, y a años luz de Iwai.
A Ishikawa hay que seguirle muy de cerca.