jidaigekipedia.comLa última defensaSinopsis: un pueblo sufre periódicamente ataques de bandidos que les roban todo cuanto tienen, dejándolos hundidos en la miseria. La situación se hace verdaderamente insoportable y sin más remedio deciden contratar samuráis. El grupo se va formando poco a poco alrededor de la figura de Kambei, y al final son siete los elegidos para defender a los humildes en la batalla contra el abuso.
¿Cómo comenzar? El argumento es algo que a todo el mundo le resultará familiar, bien porque hayan oído hablar de ella o por que hayan visto el remake de western
Los 7 magníficos. Si variamos un poco el público objetivo, los más pequeños de la casa (y los no tan pequeños) conocerán la película de animación
Bichos, que es otra copia exacta y simplificada del guión del director japonés.
La influencia de
Seven Samurai no sólo se aprecia en el hecho de que hayan salido varias versiones posteriores, sino que además fue de las pioneras en utilizar determinados recursos que luego se han convertido en constantes del cine de aventuras.
El éxito no se atribuye unicamente a Kurosawa, ya que la obra no hubiera sido posible de no ser por los actores, que respondieron dando lo mejor de sí mismos ya fuera en papeles protagónicos o secundarios. Si abordamos el perfil de los siete samuráis veríamos personajes muy definidos, destinados cada uno a ofrecer una cara distinta al espectador. Tenemos a Kambei (Takashi Shimura), el alma del grupo, el estratega, el que mantiene el orden y la unión y aplica su dosis de experiencia en cada situación. Tambien destaca Kikuchiyo, que pone la pasión y el entusiasmo, en cuya piel Toshiro Mifune nos entrega la que podría ser su actuación más divertida , empuñando un grotesco espadón más parecido a los de la edad media que a una katana. Del resto del grupo me quedo personalmente con Kyuzo (Seiji Miyaguchi), que si alguien ha visto retratos originales de samuráis se dará cuenta de que ese hombre se ha teletransportado en el tiempo para rodar la película.
En cualquier caso, ¿qué se puede esperar de un reparto que cuenta con Nakadai de extra?
Los momentos de acción están bien llevados y con un buen posicionamiento de cámaras. La transformación que sufre el carácter de los ataques, dejando de ser meros asaltos a campesinos para convertirse en una autentica guerra, obliga a un sobreesfuerzo en el terreno de la estrategia y los escenarios. Hay que construir fosos, empalizadas, barricadas, defensas… nada se hace a la ligera, todo está elaborado con mimo para no desmerecer el esfuerzo general.
El único punto débil del guión fueron los bandidos; carecen de personalidad y actúan como marionetas estúpidas que responden exactamente como Kambei tiene planeado. Es algo que por supuesto podemos perdonar en esta obra maestra, de visión obligada, que ha recibido las más altas valoraciones incluso por los no tan aficionados al cine oriental.