Vista. Esta película más que una historia lo que hace es contar las peripecias de un hombre que cultiva la habilidad de adivinar las condiciones morales e incluso el destino de las personas, sólo por leerles el rostro. La idea es un poco simpática, pero por momentos y dicho así, es un poco lombrosiano el asunto
Esas peripecias lo irán llevando a cierto lugar y a partir de allí se verá mezclado y activo en una intriga palaciega.
Pensando en Song Kang-ho, el final me hizo pensar en Parasite (porque es casi opuesta en algo fundamental:
el monopolio de la crueldad lo ejercen los poderosos, y no al revés como sucede no muy veladamente en Parasite y al final, tiene una mini-lección de conducción política
En fin. Song Kang-ho le aporta su oficio y carisma al asunto. Claramente sin él, la película era otra.