Sinopsis: Lioka y Sasagawa son 2 clanes de yakuzas que están al borde de la guerra...
¡«Lioka», no!
Iioka, con dos íes. Este Lioka –en el que hasta Fingo cayó en su comentario de aquí arriba– sin duda es obra del mismo que convirtió al Iemon de Yotsuya Kaidan en un vulgar limón (Lemon) y el «Iine!!» de BabyMetal en una simple línea con interjecciones («Line!!»)
Eso les pasa a las íes mayúsculas porque no les ponen los célebres puntos sobre las íes
La batalla entre esos dos clanes yakuza, Iioka vs. Sasagawa, es histórica y tiene fecha precisa –agosto de 1844, y esto no lo sabía cuando creé el hilo sobre la datación de las aventuras del «espadachín cuántico»–; es más, hay otras películas, anteriores y posteriores a esta de Zatoichi, que hablan del enfrentamiento. Histórico es también el samurái tuberculoso Miki. Pero las explicaciones sobre su muerte varían, y eso es lo que aprovecharon los guionistas de
Zatoichi monogatari para hacerle perder la vida noblemente a manos del ficticio espadachín ciego.
Volvía a ver esta película, creo que por cuarta vez, hace un par de días. Es la primera que vi de Zatoichi, como debe ser. Lo que me llevó a Zato fue Yojimbo, pues me había hecho –cómo no– fan del personaje de Kurosawa y luego me enteré de que reaparecía en un
Zatoichi vs. Yojimbo (Okamoto, 1970) y claro, no estaba bien ver la peli de 1970 sin haberse introducido en el personaje de Zatoichi. Después de haber visto ambas, decidí probar con el resto de la saga, a la que me enganché.
La película de Misumi de 1962 se puede ver independiente. También las otras 25, pero no es lo mismo. Ésta parte de cero, no da nada por conocido de antemano. Pero es un Misumi y se nota. La presentación del personaje es magnífica... y sin darme cuenta acabo de repetir lo que dijo Jamsa aquí arriba; cito a Fingolfin:
The Tale of Zatoichi no es la mejor de la saga, ni la más entretenida, ni desde luego la mejor coreografiada, pero ninguna de las que vinieron después inventó nada que no estuviera presente en esta. Los trucos del masajista con los dados, su extraña relación con las mujeres, su estrecha conexión con los grandes rivales, sus exhibiciones espontáneas de esgrima, su desprecio hacia el mal de la yakuza... Todo nació aquí; los demás sólo tuvieron que explotarlo.
Efectivamente, está aquí casi todo (algunos detalles creo que se añadieron después, como los movimientos de oreja del Sr. Katsu o sus memorables carcajadas características). En cuanto a si es la mejor de la saga, no sé si la mejor, pero desde luego una de las mejores. Los fans de la saga pueden reprocharle eso, la falta de acción, la cual, como apunta un reseñador de IMDb, se reduce al último cuarto de hora. Justamente eso es uno de los aspectos principales que hace diferente a esta primera peli. Pero es que aquí el énfasis está en otras cosas aparte de mostrar el enorme espadachín que es Zato (que también se muestra, ojo, pero casi más a fuerza de testimonios ajenos, que nos preparan con anticipación para el final). En este último visionado, me fascinaron muchos planos de herencia Tai Kato (según lo que nos contó davidn33 en el respectivo InFocus) pero sobre todo la ambientación general, muy zen, tanto en los diálogos como en lo visual, con escenas sumamente calmosas (ese lago de los pescadores...), y ese uso del blanco y negro con frecuentes contrastes hirientes.
Apuntaba Fingo la duda sobre si Misumi imaginaría que esta película iba a tener 25 secuelas. Supongo que no, jejeje. Yo una duda que tengo se refiere más bien a las influencias, y no puedo evitar pensar en lo frescas que estaban las dos películas de Yojimbo, y a veces creo que Misumi quiso crear un personaje del mismo nivel. Y puso todo su arte en ello, y con mucho éxito, para quien esto escribe.
P.S. Lo olvidaba: está magnífico Shigeru Amachi en su papel de Hirate Miki. No es un actor particularmente brillante en general (sin ser exactamente malo tampoco), pero aquí está que se sale, sin duda su mejor papel entre las pelis suyas que he visto, que son unas cuantas. No hay como un buen director para dirigir bien a los actores y extraerles el potencial