En el panorama sobresaturado de la industria del cine coreano, uno se empieza a encontrar con este tipo de películas.
Donde se nota que el dinero está, pero que está alejada tanto de las producciones más industriales y grandilocuentes, como de otras películas, digamosle independientes.
Se trata de películas con un tono y una textura diferente (no necesariamente mejor o superadora, ni peor etcétera)
Simplemente están.
Empieza como si fuera a tratarse a una comedia negra, pero luego varía hacia otros costados, al mismo tiempo el final parece más bien una comedia romántica (aunque no hay romance en la película, no revelo nada)
Una artista visual, una pintora que vuelve a Corea desde Dinamarca, luego de 10 años de ausencia.
Poco y nada se nos cuenta de su periplo anterior ni del por qué de su regreso.
Ella cruza camino con un galerista que anda buscando artistas para levantar el negocio, porque la cosa viene mal, entonces pasan cosas y todo se pudre más.
Una película curiosa y pequeña, esperando ser descubierta.