Esta no es la primera película de Adam Wong, pero seguramente nadie recordará las anteriores. Sin embargo, esta no es una película más de Adam Wong, porque al menos, su recorrido ha sido mucho más largo. E intenso.
Para empezar, la película ha sido este año finalista a mejor película en los Hong Kong Film Awards (premio que finalmente se llevó The Grandmaster... ese, y unos cuantos más). Y entre todo, logró arañar los premios a mejor actor debutante, mejor canción y mejor nuevo director (este es curioso, con cuatro películas y catorce años en el oficio, según la hkmdb).
Las críticas ha sido excelente, y casi todas pasan por hablar de su frescura en el podrido panorama hongkonés. Bueno, será cuestión de descubrirla. Lo dicho, por todo, una de las películas hongkonesas del año pasado.