No he encontrado por ahí ninguna sinopsis para esta película. Ahí va la mía pues: Un empresario ricachón (Eitaro Ozawa) que se dedica a la venta de poderoso crecepelo vive en su mansión con sus tres hijos, dos de ellos harto excéntricos (la mayor, ninfómana; el menor, un angustiado existencialista de estar por casa, interpretado por Yusuke Kawazu que no te pierdas los pantaloncitos que me lleva; la única más o menos normalita es Mariko Okada), y su madre, una anciana no menos excéntrica (Chieko Higashiyama). Un día las criadas hacen entrar en la casa a un anciano casi indigente (Chishu Ryu) que se pasea por el barrio con un carrito vendiendo boniatos. El hombre sufre un patatús dentro del magnífico salón y, por orden del médico (Shuji Sano), es obligado a quedarse en el sitio durante una semana, para irritación del
pater familias, a quien sólo su secretaria (Yoshiko Kuga) consigue poner un poco a raya. La presencia del vendedor de boniatos da ocasión a una serie de situaciones tan extravagantes como la familia misma. Entre tanto, los trabajadores de la empresa de crecepelos montan una huelga de la cual vamos viendo escenas casi como si de cortes publicitarios se tratase. En fin, otra divertida comedia de Kinoshita, muy sixties ella, aunque rodada en 1959.
Ya saben: Hulu, subs ingleses incrustados, de momento