Ay mi madre! Ni un sólo comentario sobre esta estupenda película de Mizoguchi, tan si quiera una mísera sinopsis.
A eso toca darle solución desde ya mismo
Sinopsis:
La acción transcurre en Gion, el barrio de geishas más concurrido de Kyoto en los años 30. El arruinado mercader Furusawa quien acude a Umekichi, geisha de estilo tradicional. Su hermana pequeña, Omocha, la reprocha su indulgencia con los hombres y su anticuado estilo de vida. Viendo que la actitud de su hermana no cambia, recurre a varias estratagemas para apartar a Furusawa de sus vidas, que incluso se había instalado en su casa siendo un completo estorbo. Además, busca la manera de engañar a otros hombres para vivir en las condiciones que piensa le son merecidas.
Mizoguchi consiguió aquel año todo un logro quedando en primera posición en la prestigiosa revista Kinema-jumpo a la mejor película del año. Sin embargo fue un desastre de taquilla pasando prácticamente desapercibida en la pantalla grande y a pesar de ello tuvo quejas por parte de las geishas del Kobu o alto gion de Kyoto al reflejar una imagen que no correspondía completamente a la realidad.
Mizoguchi era un fiel cliente del Otsubu o "barrio de las muchachas" del que hacía verdaderamente referencia y conocía bien. Una división de barrios dentro de Gion, bien diferenciado por sus huéspedes y especialmente entre sus geishas.
La espléndida actriz Izuko Yamada, frecuente en películas de Mizoguchi de aquel breve periodo y que encarna a la bella y misandria Omocha, un papel que parece venirle como anillo al dedo vista la gracia con la que se desenvuelve.
Destacaría también su estupenda fotografía en blanco y negro, muy sugerente también en encuadres y planos largos pero llenos de interés. También un ligero montaje afianzado por un guión que no permite andarse por las ramas e ir directo a las tramas de un metraje que no llega a los 70min. Ligera de ver, de digerir, pero difícil de olvidar.
Un placer volver a ver películas de Mizoguchi y aprender tanto de ellas. MUY RECOMENDADA.