He revisionado esta película casi 10 años después, y visto como ha evolucionado el cine de acción hongkonés en los últimos años, pues la he disfrutado de forma tremenda. Sin ser una gran maravilla, la película tiene unas escenas de acción muy buenas, y lo mejor de todo, sin estar estropeadas por los malditos efectos digitales de los que tanto se abusa en los últimos años. En esta película, el fuego es fuego, los cristales son cristales, y la sangre es sangre. Pues eso, que me llevé una gran alegría al volver a ver esta peli. Imprescindible.